Matrimonio, nuevo matrimonio y necesidades humanas.
El concepto de la conciencia cauterizada, tal como se revela en la Biblia, implica un estado de insensibilidad moral o una brújula moral distorsionada. En este estudio, exploraremos las implicaciones de una conciencia cauterizada en relación con la prohibición del matrimonio como se menciona en primera de Timoteo 4:2, y cómo se refiere al tema de volver a casarse.
Argumentaremos que una conciencia cauterizada puede llevar a las personas a percibir el nuevo matrimonio, como si fuera un capricho adicional que debe evitarse, en lugar de reconocerlo como una necesidad humana real y natural. Una necesidad que debe ser cumplida en casi la totalidad de las personas en esta vida, como lo resalta la declaración de Dios cuando dijo: “No es bueno que el hombre esté solo” (Génesis 2:18), y la afirmación del apóstol Pablo de que: “es mejor casarse que quemarse” (primera de Corintios 7:9).
También examinaremos las consecuencias adversas que pueden surgir cuando no se satisface ni se atiende esta genuina necesidad humana de compañía e intimidad, como se reconoce en la Biblia, y por qué, por estas mismas razones analizadas bíblica y filosóficamente, se permite el volver a casarse, y ya no se consideraría adulterio después de que hayan mediado el arrepentimiento y el perdón de Dios.
Analicemos: Comprender la conciencia cauterizada
1: Definición e implicaciones
Una conciencia cauterizada se refiere a un estado de insensibilidad moral en el que el juicio ético de un individuo se ve afectado o distorsionado. En este estado de insensibilidad, uno puede tener dificultades para discernir el bien del mal o lo permitido de lo no permitido, sin tener en cuenta los valores morales y las necesidades humanas.
2: Prohibición del matrimonio
En primera de Timoteo 4:2, el apóstol Pablo advierte contra quienes abogan por la prohibición del matrimonio, sugiriendo que esta perspectiva se debe a una conciencia cauterizada. Esta prohibición en la iglesia puede extenderse al “nuevo matrimonio”, el cual es, el matrimonio que sigue a un divorcio.
Analicemos: Volver a casarse como una verdadera necesidad natural y humana.
1: La Declaración de Dios
En Génesis 2:18, Dios declaró: «No es bueno que el hombre esté solo». Este reconocimiento divino subraya la importancia del compañerismo y la intimidad en la experiencia humana. Sugiere claramente que el compañerismo en matrimonio es una necesidad humana genuina.
Aunque la intención original de Dios en esta declaración es que se cumpla con el mismo cónyuge para toda la vida, la realidad en un mundo caído es que cuando, lamentablemente ocurre un divorcio, ya sea justificado o injustificado, esa necesidad humana natural no desaparece ni disminuye; siempre está ahí.
Esta realidad aboga por la misericordia de Dios (igual que en Mateo 12:1 al 8 y Santiago 2:13) para que pueda resolverse mediante un nuevo matrimonio de media el arrepentimiento y el perdón de Dios, no mediante la imposición sacrificial y despiadada de una vida célibe, como sólo una conciencia cauterizada puede exigir. Una imposición que casi ningún hombre en el mundo puede cumplir.
2: El consejo del apóstol Pablo
Por la misma razón mencionada anteriormente, el apóstol Pablo, en primera de Corintios 7:9, reconoce la existencia de las necesidades sexuales humanas y aconseja que: “es mejor casarse que quemarse”. Este consejo refuerza la idea de que el matrimonio y el compañerismo satisfacen necesidades humanas reales y naturales. Como ha sido reconocido por Dios mismo desde el principio.
Nuevamente, es una necesidad humana natural que no desaparece ni disminuye con el divorcio, ya sea justificado o injustificado. Una necesidad humana que aboga por la misericordia para que en un mundo caído pueda resolverse en un nuevo matrimonio a través del arrepentimiento y el perdón de Dios. Nadie más que la iglesia necesita aprender, comprender y aceptar esta realidad. La iglesia no puede actuar con la conciencia cauterizada como advierte primera de Timoteo 4:2, condenando a los justificados por Cristo que están entre el pueblo de Dios como dice Mateo 12:7.
Analicemos: Consecuencias de descuidar las necesidades humanas genuinas.
1: Impacto emocional y psicológico
Descuidar la genuina necesidad humana de compañía e intimidad puede tener profundas consecuencias emocionales y psicológicas. La soledad, la depresión y una sensación de aislamiento pueden ser el resultado de una falta de conexión humana significativa. Por eso Dios estableció que: “NO ES BUENO” que el hombre esté solo. ¿Son esas palabras difíciles de entender? Sólo para una conciencia cauterizada.
2: Impacto en el bienestar
La ausencia de compañía puede afectar negativamente el bienestar general de un individuo. El estrés y la agitación emocional causados por el aislamiento pueden contribuir a problemas de salud física, lo que enfatiza aún más la importancia del compañerismo como una necesidad humana.
Nuevamente, es por eso por lo que Dios declaró que: “no es bueno que el hombre esté solo”. (Génesis 2:18). No fue un capricho de Dios, sino un reconocimiento de algo importante que concierne al bienestar del hombre en esta vida presente.
Analicemos: Volver a casarse como solución
1: Abordar la soledad
Volver a casarse puede servir como la solución a la soledad y el aislamiento, brindando a las personas el compañerismo y el apoyo emocional que necesitan. Ofrece la oportunidad de forjar conexiones e intimidad significativas.
Aunque está claro que Jesús dijo que el acto de volver a casarse es adulterio, a través de un estudio más cuidadoso y completo de la Biblia, podemos llegar a una conclusión más amplia de que en la misericordia de Dios, después del arrepentimiento, su perdón permite evitar problemas mayores en la existencia del hombre en este mundo caído.
2: Satisfacer las necesidades físicas y emocionales.
Volver a casarse también puede satisfacer las necesidades emocionales y físicas de intimidad y afecto, ayudando a las personas a mantener una vida sana y equilibrada. Estas necesidades no son meros deseos superfluos, sino aspectos integrales del bienestar humano.
Nuevamente, es por eso por lo que Dios declaró que “no es bueno que el hombre esté solo”. (Génesis 2:18). No fue un capricho de Dios, sino un reconocimiento de algo importante que concierne al bienestar del hombre en esta vida presente.
Analicemos: Perspectivas filosóficas sobre las necesidades humanas
1: La jerarquía de necesidades de Maslow
La jerarquía de necesidades de Abraham Maslow sitúa las necesidades sociales y emocionales, incluido el compañerismo, la pertenencia y el amor, como fundamentales para el bienestar humano. Estas necesidades no son opcionales sino esenciales para la realización personal y la autorrealización.
Nuevamente, es por eso por lo que Dios declaró que: “no es bueno que el hombre esté solo”. (Génesis 2:18). No fue un capricho de Dios, sino un reconocimiento de algo importante que concierne al bienestar del hombre en esta vida presente.
2: La filosofía de la eudaimonia de Aristóteles
La filosofía de Aristóteles de la eudaimonia, o florecimiento humano, enfatiza la importancia de las relaciones humanas significativas para lograr una vida bien vivida. El compañerismo y la intimidad contribuyen a una existencia plena.
Nuevamente, es por eso por lo que Dios declaró que: “no es bueno que el hombre esté solo”. (Génesis 2:18). No fue un capricho de Dios, sino un reconocimiento de algo importante que concierne al bienestar del hombre en esta vida presente.
Conclusión:
Una conciencia cauterizada que prohíbe el matrimonio, puede llevar a estas personas a percibir las uniones como indulgencias caprichosas y superfluas, en lugar de reconocerlas como necesidades humanas genuinas. Sin embargo, la declaración bíblica de que: “no es bueno que el hombre esté solo”, y el consejo del apóstol Pablo de que, “es mejor casarse que quemarse”, enfatizan la naturaleza esencial del compañerismo y la intimidad en la vida humana.
Descuidar estas necesidades humanas reales y naturales puede tener profundas consecuencias para el bienestar emocional, psicológico, físico y espiritual de un individuo. La soledad y el aislamiento pueden provocar angustia emocional, depresión y deterioro de la salud. Por lo tanto, volver a casarse, como medio para satisfacer estas necesidades, no debe verse como una indulgencia o un deseo superfluo e innecesario, sino como un aspecto legítimo e importante de la existencia humana que debe satisfacerse.
Desde una perspectiva filosófica, pensadores destacados como Maslow y Aristóteles han reconocido la importancia del compañerismo y las relaciones significativas para el florecimiento y el bienestar humano. Esto refuerza la idea de que estas necesidades no deben marginarse ni descartarse.
En conclusión, una perspectiva equilibrada que reconozca el nuevo matrimonio como una solución para abordar la genuina necesidad humana de compañerismo e intimidad se alínea con principios bíblicos y filosóficos. Reconocer estas necesidades como esenciales para el florecimiento humano no es sólo una cuestión de ética, sino también un reconocimiento del valor inherente de la conexión humana en la búsqueda de una vida plena y significativa.
Hasta aquí esta breve reflexión. No olvide visitar nuestro sitio web titulado, divorcio y nuevas nupcias punto o r g, y suscribirse para recibir notificación de nuevas entradas y actualizaciones. Gracias por su atención, bendiciones, y será hasta la próxima ocasión.